¡Arriba las manos! Cosas que pasan con la edad
¡Arriba las manos!
Puso su gesto de malo y le apuntó con la pistola directamente a la cara, a menos de un metro de distancia. Le exigió que levantara las manos y el abuelo lo hizo, ¡más despacio! dijo amenazante.
¡Ahora bajate del caballo! El abuelo se levantó de su silla con movimientos torpes, haciendo ostentosos aspavientos como si estuviese realmente en un caballo.
¡Muy bien! gritó, ¡ahora traeme el zumo! El abuelo avanzó despacio hasta la cocina y volvió con un temblequeante vaso de zumo de melocotón en la mano, el preferido de su nieto.
¡Menudo diablillo!, mejor tenerle contento. Aún tiene en el ojo izquierdo una marca roja de la flecha-ventosa que le disparó en su última rabieta.