Compañeros. El otro lado de las cosas

Compañeros

Me mimas. Me escondes en tus lugares más cálidos.

A veces me acaricias y otras eres brusco, violento…

A veces me desarmas y luego me dejas lubricada… eso me gusta.

Adoro las escasas ocasiones en las que estas a punto y te reprimes.

Y mucho más aun las que no puedes contenerte.

Entonces siento como tu dedo firme, presionando mi zona más sensible, hace explotar algo dentro de mi y me invade el fuego.

Sólo así me entrego sin reservas, porque vivo para ese instante en el que cada uno siente la energía del otro… el poder del otro…

Eso… ¡uf! eso… es la hostia…

Y entonces sé, en ese único y mágico momento, cuanto me necesitas y lo mucho que yo represento para ti.

Y a esa certeza le acompaña la absoluta comprensión de lo que significa para mí ser tu compañera, y siento, aunque te suene extraño, que soy mucho más que eso.

Sé que en ese instante soy mucho más que tu pistola reglamentaria…

¡¡Upssss!!!, ¡¡leelo otra vez anda!!