El Viaje… de tu vida

El Viaje

Estoy nervioso. Sí, estoy nervioso y no es por el viaje. Llegaré en unos minutos y, contrariamente a lo esperado, ha sido un viaje agradable, sin incidentes. Mi inquietud es por miedo a su reacción cuando me vea. No sabe que vengo. No me espera, y yo hace más de treinta años que no le veo. ¿Qué pasa si no me reconoce? O peor, ¿qué pasará cuando me reconozca? Os aseguro que no hubiera hecho este viaje si no fuese realmente necesario.

Treinta años… y me sorpende comprobar que aún recuerdo cada detalle del apacible barrio en el que vivía. La preciosa casa de madera blanca y azul. El porche con las azaleas de mama en la entrada. El peculiar sonido ronco del timbre de la entrada. Recuerdo hasta el blando sonido de los pasos sobre la moqueta en el interior de la casa y el leve chirrido de la bisabra rota que hacía… que hace la puerta al abrirse.

-Hola… … … Sí… soy tú… no me mires así. ¿Sabes? Tenemos que hablar…

Por cierto, hay un despues….