En A morado

En A morado. Un cuento de en A moramientos…

 

En A morado

Mira te lo voy a decir sin rodeos porque soy un tío muy directo pero por favor no te asustes. Dos cosas: primero la buena y luego la mala como suele hacerse para no alarmarte.

La buena es que me he enamorado de ti. Así, como lo oyes. Ya sé que no me conoces, ni yo a ti en realidad. Bueno apenas, yo a ti un poquito pero eso viene despues… Me enamoré de ti nada mas verte. ¡De verdad! Se que es raro… ¡joder! ¡dímelo a mí…! pero es lo que hay.

Supongo que ya conoces los síntomas, ¿a qué sí? Yo los sufro todos desde que te conozco. Será por esa desalentadora vestimenta de soledad y tristeza con la que te arropas. O por esa forma tuya de mirar, sí, así, como lo haces ahora mismo, como si te estuviese hablando en un lenguaje arcano. O será el destino, ¡qué sé yo! eso es irrelevante ahora. El hecho es que me he enamorado de ti, niña, hasta las trancas, así que jamás te haría daño.

Lo que me lleva a lo otro que tengo que decirte, lo malo. Esto cuesta un poco más… Verás… Te conozco un poco porque… porque llevo una semana siguiéndote. Observándote. Sé que esto te parecerá muy fuerte, puede que incluso demencial pero no soy un enfermo. Yo soy un asesino a sueldo y alguien me ha contratado para matarte.

No, no, no… no me mires así… no llores por favor. Jamás te haría daño, ya te lo he dicho. Créeme. Te quiero… tanto que tenía la necesidad de ser totalmente sincero…

-Tenías que ser totalmente profesional, como decía el anuncio…
-¿Qué…?
-¡No era un asesinato imbécil! ¡Era un suicidio!

 

 

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