¿Y qué tenemos hoy aquí? Una escapadita romántica a París, sí a la ciudad del amor y el prota es un tío muy famosete. Un pelín tontorrón quizá pero todo un personaje.
Que no amigo, déjalo, no te martirices más que tampoco es que sea del todo culpa tuya. Deja ya de llorar, hombre, que me partes el alma. Verte así… en este estado… precisamente a ti.
A ver, tú de periodismo y crónicas lo que quieras, pero de ciencia poquito, ¿verdad? ¿Como esperabas ligarte a una tía llevándotela a París en brazos? Yo no pretendo decir que esa idea de tus asesores de marketing sea mala, pero siempre que se mantenga como ficción hombre. Deberías haberte dado cuenta de que, en la vida real, es del todo imposible. Al menos alguien debería habértelo advertido, digo yo…
Si es que ¡son la hostia!, nadie te dice nada y pretenden que nosotros sepamos todo en todos los ámbitos y tú… es que eres demasiado inocente y claro, luego pasa lo que pasa. A mí por ejemplo ni se me ocurre volver llevar a una piva de la cintura para fardar cuando voy lanzando telarañas entre edificios. Sé que como poco me vomitará encima y limpiar luego esa porquería del traje es muy difícil. El olor nunca desaparece del todo, y además lo más probable es que se suelte ó se desmaye ó se desmaye y se suelte y, sea como sea, acabe estampada en el asfalto. ¡Qué va, qué va…! ya sé que eso es lo que más mola de ser nosotros pero con las tías no nos sirve de nada.
Y sí… ya sé lo que me vas a decir: Me vas a decir: entonces ¿qué hacemos?, ¿verdad?, ¿qué hacemos? ¿como nos las apañamos para echar un polvo? En nuestros trabajos tapadera de mierda nos pagan paupérrimos salarios de becario. Siempre hacemos de pringaos y teniendo que estar disponibles las veinticuatro horas del día para salvar el mundo, ¡y encima gratis!, y si una tía se lía con nosotros automáticamente se convierte en una víctima potencial. A ver quién folla así, ¿no? Y para colmo, pudiendo tener cualquier cosa, no podemos usar nuestros poderes en nuestro beneficio por lo del gran poder y la gran responsabilidad y esas polleces. ¿A qué me ibas a decir eso?, con lo fácil que sería para ti conquistar un país entero y disponer de todos sus recursos, propiedades y mujeres a tu antojo, ¿eh?, ¿a qué lo has pensado? El puto cherif, ¿eh? Si, no te esfuerces en negarlo que ya sé que has fantaseado con ello, como yo, y como todos los demás ¡no te jode!, pero… amigo… esto lo que hay.
Aún no entiendo cómo es que ninguno de nosotros se ha hecho gay, porque… tu… no conoces a ninguno que lo sea ¿verdad?, a ver, no es que yo diga… o sea, no es que yo quiera saber de alguien en concreto, ya me entiendes, no es por cotillear… ni que a mi me vaya ese rollo ¿eh?… es solo… que es raro que con lo poco que follamos, ninguno se haya planteado… ya sabes… entre nosotros… bueno, mejor déjalo.
Oye, y ¿de verdad no consideraste que impresionarla haciéndote un New York París en veinte segundos entrañaba cierto riesgo para la chica?, tío, que son cinco mil ochocientos kilómetros. O sea ya ha quedado claro que no eres un crack de la física, pero hombre, esto es geografía elemental y matemáticas básicas. Velocidad es distancia entre tiempo, chaval, una división sencillita. Es que te has puesto a más de un millón de kilómetros por hora, normal que tu chica se haya transformado en una breve estela de luz. El rozamiento tío, el rozamiento. La atmosfera y eso…
Bueno, siempre puedes decir que tu historia con la chica fue un rollo muy ‘fugaz‘. Sí, si, lo siento, no me mires así, no ha sido nada gracioso. Además, ella me caía bien, de verdad, era la hostia de simpática y estaba buena y además tenía mucha ‘chispa‘. Vale, vale, perdona, ¡joder! Son los nervios. Es que aún no me lo creo. ¡Qué te pase esto precisamente a ti! Pero… oiga, ¡oiga agente!, Espere hombre… ¿de verdad lo cree necesario? ¿no ve lo fatal que está el pobre muchacho? Ya sé que ha sido homicidio involuntario, pero, ¿no le parece un poco absurdo ponerle unas esposas a Superman