Estampas del Siglo XXI. Primera parte de una trilogía de microrrelatos

Estampas del Siglo XXI

Escúchame con calma, y no te asustes le dijo. Parecía un loco, uno fugado de algún frenopático de principios del siglo pasado. Hasta su aspecto, que sospechosamente le recordaba a Napoleón, apoyaba esa posibilidad.

-Por favor necesito que me ayudes. Esto te va a parecer muy raro, lo sé. Tú sólo escúchame un momento ¿de acuerdo? Es que… Estoy en un gran apuro, en un lío de cojones, veras… como te lo explico… este no es mi tiempo, ¿lo entiendes? No, ¿qué coño vas a entender tú? – Parecía verdaderamente desesperado.

-Mira, debería haber vuelto a mi época, a dos mil ciento treinta y ocho pero aquí me tienes, con la máquina jodida. Puedo repararla, naturalmente, pero necesito comprar un montón de piezas y algunas herramientas y ahí esta el problema, no tengo dinero de curso legal en este tiempo, no lo suficiente al menos. Con unos veinte mil más creo que me bastaría. Lógicamente no te pido que tú me des todo ese dinero, considéralo como… un préstamo. ¡Eso es! un préstamo con un interés buenísimo te lo aseguro.

-Déjame ver… hoy es… sí, dime la fecha exacta… vale, entonces el próximo sábado es… – movía los dedos en el aire, sobre etéreas figuras de luz y hacía danzar símbolos de colores.

-Veamos, – dijo tras unos segundos, – aquí tengo los números premiados en la lotería del próximo sábado, ¡vaya! casi medio millón de premio… Creo que es más que justo por veinte mil ¿no? ¿Qué me dices?

CAPITULO II