Estrategia evolutiva. Quizá sí que deberíamos preocuparnos por el futuro.
Estrategia evolutiva
La estrategia de La Vida para avanzar, para seguir escalando posiciones, para ganar a la no vida, es caótica e improvisada. Está sembrada de estrepitosos fracasos y casuales aciertos y, desde luego, desprovista de cualquier forma de planificación y remordimiento.
La Vida invierte su tiempo en un casino genético haciendo experimentos de alto riesgo sin ningún control aparente.
No obstante sería necio pensar que La Vida careciese de un mecanismo de seguridad, de un sistema de contingencia en caso de que alguno de sus experimentos se saliese de madre o necesitase ser abortado a toda costa.
Lo tiene.
Si una de sus apuestas genéticas se descontrola y se multiplica como un cancer devastando todo a su alrededor, La Vida siempre puede ofrecerle la tecnología y esperar a que esta le consuma.