Fiebre. El mal se extiende… Y la cura ya está en marcha.

Fiebre

Empezó como un leve sarpullido, una molestia ocasional.

A veces le ocurría y normalmente lo ignoraba. El tiempo, que todo lo cura, terminaba por hacerlo desaparecer. Pero en esta ocasión el mal se extendía de forma alarmante y virulenta.

Hubiese soportado un leve escozor localizado pero de ningún modo permitiría las enormes costras derivadas de un crecimiento tan desconsiderado y agresivo del patógeno invasor.

Es molesto enfermar, tener que activar los mecanismos de defensa, recuperarse posteriormente…. Siempre había secuelas. Pero a veces se hacía necesario… Inevitable ahora.

Haría lo de siempre: alterar lo justo el entorno vital del agente infeccioso para evitar su reproducción y su propagación y así exterminarlo. Procurando en la medida de lo posible no destruir el resto de organismos beneficiosos para él.

Para lograrlo elevará su temperatura.

De hecho ya lo está haciendo. El tratamiento está en marcha y el virus invasor lo ha notado y lucha para adaptarse, para neutralizar su defensa.

Siempre le resultaba divertida esa pelea injusta. ¡¡Cuanta arrogancia… !!

Y encima se autoproclaman responsables y lo llaman calentamiento global…

Condenados infelices…

(Para los amantes de Gaia)