Reflexión satírica de una sociedad brutalmente capitalista y democrática (signifique lo que signifique esa ridícula palabra)
Los demócratas se encuentran ya sentados en la gran sala (pequeña en realidad dada la magnitud del evento). Todos han sido convocados apresuradamente y con la máxima discreción (casi en secreto) por el bien del ciudadano común a fin de evitar conmociones innecesarias y preguntas incómodas.
Se trata de un debate trascendental para el futuro de la raza humana. Es por ello que únicamente se ha invitado a una exígua representación de sus principales sectores económicos y sociales junto a sus dirigentes más destacados. Entre todos deberán elegir, de forma absolutamente democrática por supuesto, el mejor camino por el que avanzar hacia un próspero futuro.
El portavoz comienza diciendo: Esta es una reunión muy importante para el futuro de la raza humana. Blablabla… Hoy tomaremos una decisión trascendental blablabla… – y después , con la ayuda de un vistoso power point, les resume brevemente el suceso que más o menos todos conocen ya en secreto.
–Como muchos ya sabréis, un pequeño grupo de seres de otra civilización, los últimos supervivientes de su raza tras un desafortunado cataclismo cósmico, se encuentra ahora mismo en órbita alrededor de la Luna. Tras miles de años vagando por el espacio en una desvencijada nave que se cae a pedazos nos han encontrado milagrosamente y solicitan asilo en la Tierra. A cambio de nuestra hospitalidad los errantes se comprometen a compartir con nosotros sus avanzadas tecnologías. Con ellas dispondríamos de energías limpias y económicas, enormes avances médicos y erradicación de enfermedades. La posibilidad de revertir el cambio climático. La armonía diplomática entre naciones y una gestión económica y de recursos eficiente. Todos esas mejoras redundaría en una repartición equitativa de riquezas y recursos (murmullos en la sala) y el destierro definitivo del hambre, de la pobreza y de las guerras… (carraspeos en la zona de los militares) Y así sigue durante un buen rato desgranando los maravillosos beneficios derivados de la tecnología alienígena.
Tras finalizar la exposición y el reparto de dosieres explicativos con dibujos aclaratorios, y un sello en rojo que dice EYES ONLY, se produce un breve intercambio de argumentos. Sobre todo discusiones sobre competencias y la imposibilidad de reubicar laboralmente a millones de personas empleadas ahora (con cuestionables resultados es si) en todos los problemas que los extraterrestres nos solucionarian de un plumazo. El breve rifirafe no llega a nada porque parece que ya había una presisposición clara, de modo que se procede a la votación más por una cuestión de protocolo que por otra cosa.
Tras ella el portavoz anuncia el resultado: El único voto a favor de la acogida de la raza interestelar lo han suscrito los representantes de la comunicad científica y educativa, cuya decepción, por la esperada falta de sentido común y ético del resto de grupos, se refleja amargamente en sus rostros.
En frente tienen seis votos en contra de los colectivos: energético-industrial, farmaceutico-médico, religioso, el sector bancario y el político bajo alegaciones de injerencia externa, competencia desleal y usurpación de funciones. El lobby militar, además de negarse rotundamente a cualquier tipo de acojida, propone una nueva votación de urgencia para decidir un ataque preventivo conjunto y asegurarnos de ese modo la eliminación temprana de una futura amenaza potencial…
Con el consenso necesario queda democraticamente rechazada, por el bien de toda la humanidad por supuesto, la petición de asilo de una raza invasora milenaria y se pasa a la votación de la segunda propuesta. Ya hay corrillos democráticos de personas que hablan sobre la cantidad de misiles que se necesitarán, las naves que los transportarán, el combustible con el que despegarán, el inmenso coste publico que supondrá la operación defensiva y los porcentajes que les tocará percibir a cada uno.