Los Celos. Una brebe historia animal
Los Celos
El tímido gorrioncillo los contempla acobardado desde una distancia prudencial.
Un gran palomo de impecable traje gris hace todo tipo de alardes y exhibiciones alrededor de la preciosa paloma blanca, que casi ruborizada pero altiva y con fingido desdén aparenta huir de él.
Al vulgar y feo pajarillo se lo llevan los demonios herido de gravedad por el agudo filo de la envidia.
De repente se queda rígido, petrificado. Una gata tricolor de aspecto diabólico avanza quieta hacia ellos. En lugar de alzar el vuelo, y con su movimiento prevenir al fantoche, el pequeño gorrión lucha contra su instinto y permanece completamente inmóvil mientras el palomo continúa su danza barriendo el suelo con cola de pavo real.
El felino les echa un rápido vistazo a ambos y se dirige agazapado y lento hacia la presa más grande enfrascada en su ostentoso ritual y ajena al peligro.
Pasan segundos como horas. El asesino esta cerca, muy cerca ya de su objetivo…
Cuando la orgullosa mirada de superioridad del palomo presuntuoso golpea los enigmáticos y satisfechos ojitos del vulgar gorrioncillo siente una extraña sensación de derrota que no tiene tiempo de razonar.