En este parto tuve mellizos. Pesadillas lo forman dos pequeños relatos que bien podrían ser independientes pero que nacieron juntos y se complementan para formar uno mejor… Espero que os guste (n)…
PESADILLAS
I
Esta mañana ha llegado al trabajo a las siete y media, como lo hace habitualmente, tras recorrer en tren los dieciséis kilómetros que separan su despacho de su bonito domicilio, situado en un tranquilo distrito de las afueras, tras despedirse de su esposa Katy con un cálido beso en la cocina, tras tomarse un café poco cargado a pequeños sorbos porque estaba demasiado caliente.
Ahora utiliza un vertiginoso ascensor para llegar al piso noventa y cinco del gran edificio donde se encuentra la matriz de la multinacional de la cual forma parte como respetado ejecutivo.
Prepara unos documentos, revisa unas llamadas, acude a un par de reuniones…
Son las nueve menos cuarto y aún va de despacho en despacho cuando le llama la atención la silueta de un pequeño avión que, tras realizar un extraño giro, parece dirigirse directamente hacia ellos. El ejecutivo se acerca al inmenso ventanal que es la fachada del rascacielos, desde donde contempla, como ha hecho tantas y tantas veces, la fantástica colección de edificios que conforman esa compleja metrópoli de la que está orgullosamente enamorado.
Y… Ahí está, acercándose, transgrediendo todas las leyes de la lógica, ese objeto imposible…
Por supuesto es una ilusión óptica, ¡claro!, la posición del sol provoca brillos que distorsionan la figura y parece que viene cuando en realidad va y parece que aumenta de tamaño cuando en realidad disminuye.
¡Sólo puede ser eso…! Porque si no lo es… si no es tan sólo una cruel ilusión óptica, entonces… entonces el avión se estrellará, irremediablemente, más o menos, sobre su pecho.
II
Se acaba de despertar soresaltado, aterrado y sudoroso en un cuarto extrano, en una cama estrecha. Se recuerda a sí mismo gritando. Un alarido mudo que aun puede oir en su cabeza.
Alguien le pregunta si está bien… y le parece una pregunta fuera de lugar. ¿Qué tiene eso que ver con lo que sea que está pasando?
Estaba en un edificio, en su trabajo habitual, tan sólo hace un instante, a escasos metros del morro de un avión que venía… y ahora está… ¿Donde cojones está? ¿En una cama? En un… ¿qué? Y esa voz…. ¿Estas bien? Menuda pesadilla ¿no? Vale, cálmate…
Respira hondo y se relaja… y comprende… un sueño, un puto sueño… ¡¡joder!! un hijo puta de sueño… tan real… ¡hostias! incluso estaba viendo nítidamente el rostro del hombre que pilotaba el avión… un rostro moreno, anónimo, quizá portador de esa sensación de familiaridad que producen los rostros extranjeros, pero… tan real… Aunque la ropa… sí, eso le extrañó un poco… incluso en la milésima de segundo que le vió recuerda haber pensado ‘es extraño que no lleve el uniforme de la compañía aérea‘. Y de repente se ha despertado… en una cama… tan estrecha…
Aún aturdido alguien le ayuda a incorporarse y lo acompaña al lavabo para que se refresque la cara. Lávate, estás empapado le dice. Y lo hace en una extraña pero comprensible lengua. Es normal le dice, cálmate, no has de tener miedo porque Ala está con nosotros… hoy vamos a demostrarlo le dice. Y cuando se mira en el espejo y reconoce al piloto del avión, tan nítido de nuevo, tan cerca otra vez, ahoga un grito en la gargarta y coloca la cabeza bajo el chorro de agua para que sus compañeros no vean sus lágrimas.