Rutina. Para Inma, autora intelectual de la idea
Rutina
Despierta sobresaltado. Se había quedado traspuesto en el sofá. Esta cansado. Es lunes. Los lunes y los jueves recoge a sus hijos del entrenamiento, lo que hace que en esos días la jornada laboral se prolongue con dos lavadoras de ropa deportiva a máxima capacidad y la retirada de un camión de caucho y césped artificial de la cocina. Además, como casi todos los fines de semana, el trabajo le ha obligado a cubrir algún turno extra por la noche y el sueño se acumula pegajoso.
Debería colgar enseguida la ropa de su segunda lavadora o no se secará nunca.
Va hasta la cocina y ve la lavadora apagada y vacía. ¡Qué raro…! Sale a la terraza. No hay nada en el tendedero. Encuentra una montaña de ropa sucia y apestosa en el baño. Estaba convencido de haber puesto ya las dos lavadoras y haber tendido una de ellas… será el cansancio y sin pensar más en ello recoge la mitad de las prendas y las introduce en la lavadora. Selecciona el programa siete: tejidos deportivos extremadamente sucios y lo pone en marcha.
Se echa un ratito en el sofá. Sólo diez minutos. Se despierta sobresaltado. Tiene la fugaz impresión de haber soñado algo con lavadoras…. ¡Hostias! ¡La lavadora! ¡Seguro que ya ha terminado! Se dirige hasta la cocina para encontrar la lavadora apagada y vacía, igual que el tendedero. Camina hacia el baño con una horrible sensación de deja-vu y recoge la mitad de la ropa desparramada. La introduce en la máquina y activa el programa siete.
Se sienta un ratito en el sofá. Solo un momento…
Se despierta sobresaltado…