Vaya títulos que me busco ¿eh? Sí, sí, lo sé, no me digáis nada… Este es otro relato de la Gente Cuántica.
-Dígame si es correcto: A pesar de las pruebas expuestas y de las declaraciones juradas de los testigos, de los inspectores del caso, de los forenses y de todos los expertos que han comparecido ante este tribunal usted sigue declarándose inocente.
-Sí Señoría.
-Y, si le he entendido bien, usted sostiene que le han cambiado el… ¿Universo? ¿Es correcto?
-Sí Señoría.
-Para ser precisos usted ha dicho…eh… Por favor, ¿podemos escuchar de nuevo las palabras exactas del acusado?
La estenografista revisa la larga cinta de papel con el codificado texto que solo ella entiende y lee:
FISCAL: ¿niega el acusado haber sido hallado en el lugar de crimen, cubierto de sangre, con un cuchillo aún en la mano y el cuerpo sin vida de la víctima a sus pies?
ACUSADO: lo que afirmo es que ese no era yo. Yo me fui de allí antes del incidente. Dejó de gustarme la fiesta cuando la joven que tenía a mi lado rechazó que la invitara a una copa. Ya lo he dicho mil veces: me marché al menos media hora antes. Caminé hasta que empecé a sentir el frío, sin fijarme hacia donde iba en realidad. Entonces decidí coger el metro en el punto más cercano e irme a casa y al girar una esquina para acceder a la estación alguien se me echo encima y me derribó, me dio un buen golpe y me dejó tirado en el suelo. Ni se disculpó. Se marchó sin más. Me resultó extrañamente familiar, la ropa, la forma de caminar… pero fue un instante, apenas pude verle porque se me echaron encima de nuevo. Esta vez tres policías. Eso fue exactamente lo que pasó. Yo no soy capaz…
-Es suficiente. -La corta irritado el juez. – Así que el camarero miente al decir que les vio a usted y a la víctima beber juntos e incluso besarse en la barra del pub.
-Es que ese no era yo Señoría.
-Y entonces el propietario del local también se confunde cuando afirma que le halló a usted junto a la víctima, con el arma en su mano y cubierto de sangre.
-Le repito que no era yo Señoría.
-Los analisis forenses han hallado sus huellas en el arma del crimen y su semen en el cuerpo de la víctima. Imagino que también estas pruebas son falsas según usted. Al igual que las declaraciones de los agentes que le persiguieron y que le vieron arrojar el cuchillo bajo un vehículo estacionado antes de detenerle justo cuando trataba de huir utilizando el metro.
-Señoría, no puedo explicarlo… Como ya he dicho yo apenas llegué a entablar conversación con esa pobre chica… Quizá en un universo paralelo ella aceptó la invitación. Y quizá en ese universo bebió con otro yo, se besó con otro yo y las cosas fueron… bueno, de otro modo. Quizá ese otro yo asesino tropezó conmigo en su huida y, no se como, yo acabe aquí, en este Plano. En este Universo… Y quizá ese asesino, ahora a salvo, esté viviendo impune mi propia vida.