Hola a todos y todas, bienvenidos a Vaya Cuento, un blog de cuentos, relatos e historias de locos…
Os resumo lo que os vais a encontrar aquí: Principalmente relatos muy breves. Extremadamente breves unos, moderadamente breves otros. También algún que otro relato corto y puede que algunas historias en capítulos…
Personalmente considero el microrrelato y el nanorrelato como la semilla para una historia mayor con la ventaja de quedar abierto a multiples interpretaciones, desarrollos y finales.
Seguro que coincidís conmigo en que una docena de palabras no es suficiente para expresar gran cosa, así pués será tarea del lector, sí tu tarea, poner en marcha tu imaginación y completar lo que el relato no cuenta pero sugiere. La idea me gusta porque si lo piensas bien es una colaboración, entre tú y yo en este caso. Yo sugiero la idea y tú completas la historia.
A veces será algo dificil porque tú eres tú y estas allí y tienes tu experiencia vital, tu educación, tu cultura, tus costumbres y yo soy yo y tengo todo eso pero a mi manera y claro, no coincidiremos y tendrás pocas pistas de porque escribo lo que escribo, el momento, las circunstancias, etc… de modo que algunas veces dirás: Vaya! que inspirado y otras: Joder! menuda mierda.
Lógicamente el microrrelato no da para descripciones de situaciones, personajes o lugares pero es bueno para el pensamiento transversal, los juegos de palabras, las reflexiones, los equívocos, los giros gruscos, los diálogos absurdos, los comentarios acidos y la mala hostia así que todas esas cosas también las encontrareis por aquí.
Por favor no os ofendais con ellos, son solo historias, o pequeñas historias mejor dicho, que únicamente pretenden la complicidad del lector. Una sonrisa, activar un recuerdo, una reflexión, desencadenar una idea ¡aja!, ya sabes, me conformo con ese tipo de cosas…
Si teneis vuestros propios relatos, si quereis mejorar o ampliar los mios o si teneis sugerencias que los enriquezcan sentiros libres de hacerlo a través de vuestros comentarios.
Gracias a todos y todas por consagraros al placer oral… (el de contar historias se entiende)
La muerte y el drama, como la vida misma,
siempre están ahí,
tocando los huevos.