Fluir o no fluir, esa es la cuestión.
Se derrama a escondidas por cada grieta, por cada leve fisura dimensional.
Atravesando estrechos túneles se libera de su singular confinamiento.
Y a su paso barre galaxias y átomos sin favoritismos creando complejas estructuras fractales.
La mayoría de ellas inertes. Más no todas ellas.